Si eres paciente frecuente de tu médico porque cada que te toca correr cuesta abajo terminas con lesiones, es momento de que tomes las precauciones necesarias para evitarlas.
Correr de bajada puede hacer que tus músculos se alarguen de más provocando desgarres en tus fibras musculares, por ello, es necesario poner en práctica 5 tips básicos para enfrentar esas bajadas sin que tu cuerpo pague las consecuencias.
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Incorpóralas poco a poco
Ve haciéndolas parte de tu entrenamiento, pero poco a poco. Comienza con distancias cortas, inclinaciones moderadas y en zonas blandas. Según Irene Davis, directora de la Clínica de Lesiones de Atletismo de la Universidad de Delawer estas tres indicaciones disminuyen el impacto en cada paso.
Controla la velocidad
Sentimos que podemos volar cuando vamos cuesta abajo, por lo que solemos aumentar la velocidad de nuestro paso provocando que este sea más agresivo y violento dejando nuestras piernas expuestas a una mayor cantidad de lesiones. Para evitar esto deberás alinear tus pies, cadera y hombros, y acortar la zancada. Esto mantendrá tu ritmo estable sin exagerar en la aceleración.
Altura de las rodillas
La mayoría de las lesiones se ven reflejadas en las rodillas por desconocer el nivel de importancia que recae en ellas. Debes mantenerlas a una distancia media del suelo, evita que lleguen a la altura de tu cadera, así recorrerán menos distancia para llegar al piso evitando un golpe con más impacto.
Postura correcta de espalda
Es necesario mantener tu tronco fuerte y erguido, pero ligeramente hacia el frente para evitar dejar caer en tus piernas más peso del que ya llevan. Levanta la cabeza y tu mirada al frente para que te sea mucho más fácil llevar tu cuerpo alineado. Además, evitarás lesiones en rodillas, y las partes alta y baja de tu espalda. Evita dejarla caer hacia atrás.
Tenis con amortiguación
Tus tobillos también podrían pagar las consecuencias de un mal manejo de correr de bajada, por ello, es necesario que tu tenis tengan el amortiguamiento necesario, ya que su impacto con el asfalto es directo. Asegúrate de elegir unos con buen “rebote” y que se ajusten perfecto a tu pie para evitar cualquier tipo de lesiones.
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