Hay maneras de saber sí tu dieta está funcionando más allá de los que dice la báscula.No es necesario obsesionarse con bajar de peso tanto que nuestro sistema inmunológico se debilite o tengamos cambios de humor. La verdadera forma de saber sí la dieta que sigues es perfecta para ti, es percibiendo cómo te sientes físicamente y estos son los síntomas que te lo demuestran:
1.- Tienes energía. Si no estás alimentando correctamente a tu cuerpo, no tendrás energía para correr. Cuando le das de comer lo que necesita, te despiertas sin problemas, no necesitas café ni ningún otro estimulante para estar activa y tu cuerpo no va a pedirte azúcar y podrás hacer ejercicio sin sentirte mal o mareada. Lo recomendable es que no pases ayunos prolongados, es decir, que en los primeros 30-60 min que te has despertado, consumas algo ligero para que tu organismo empiece a andar.
2.- Eres feliz. Muchas veces tu felicidad está directamente relacionada con lo que comes, si tu cuerpo está nutrido te sentirás mejor respecto a ti misma, tanto física y mentalmente. Cuando comes correctamente no necesitas esos picos de azúcar que hacen que tu humor sea irritable fácilmente, ni sientes esa terrible necesidad de consumir algo dulce por la tarde o lo que es peor, antes de dormir. Si pasa eso, probablemente no estás desayunando correctamente.
3.- Mejora tu digestión. Una dieta balanceada, que se alta en fibra y en donde consumas el suficiente líquido y probióticos, jamás hará que padezcas problemas de digestión. Aunque no debemos descartar situaciones de estrés que puedan provocar problemas estomacales o alguna infección por algo que comiste en mal estado, la realidad es que una dieta balanceada es tu mejor medicina preventiva.
4.- La ropa te queda mejor. Esto puede llegar antes que el cambio de la cifra en la báscula, ya que si incorporaste ejercicios de fuerza en tu rutina cuando comenzaste el plan de nutrición, empezarás a quemar grasa y hacer músculo, el cual pesa más que la grasa, pero tus medidas se irán reduciendo significativamente y lo notarás en tu ropa.
5.- Realmente disfrutas lo que comes. Tener una dieta adecuada no significa comer cosas que no te gustan o sin sabor porque son sanas, hay muchos menús que puedes hacer o que le puedes pedir al nutriólogo que te esté atendiendo para que disfrutes de tus alimentos y no sientas la tortura de estar a dieta. Recuerda que tu comes para rendir mejor y claro, de paso, bajas de peso.
6.- Te sientes más fuerte. En el transcurso de muy pocas semanas ya no podrás ni recordar cuando no podías sostener una plancha por más de 30 segundos, vas a ver como el dolor que sentías al principio cuando hacías ejercicio, va a ir disminuyendo en cada sesión de entrenamiento y sin duda, las actividades del día a día se te harán más sencillas.
7.- Te dan ganas de ser saludable todo el día. Cuando empiezas en un régimen alimenticio para correr mejor y comienzas a notar los cambios, vas a querer nunca volver a los días donde no ponías atención a lo que comías y te confiabas con el pretexto de que entrenabas, ahora no vas a querer pecar ni los fines de semana (aunque se recomienda una cheat meal a la semana), pero recuerda tener paciencia, el cambio no es una carrera de 5K, es como un maratón.
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