Para muchas corredoras, las carreras de invierno son menos duras que las del resto del año. Por lo general, le bajamos a la intensidad o al kilometraje y para que tengamos una adecuada recuperación, hacemos algunos cambios en nuestra forma de entrenar. Aquí te dejamos unos tips que te ayuden a plantear mejor tus objetivos de invierno.
- Antes de que la emoción pase, inscríbete a una carrera para cerrar el año. Intenta algo diferente, una carrera con causa, una carrera de color, una carrera temática que nunca hayas hecho. Entrena para la distancia y trata de hacer una de las mejores experiencias del año.
- Deja la presión y corre por diversión. El resto de los días enfócate en entrenamientos cortos donde trabajes velocidad, resistencia o intensidad. Trabaja en la fuerza, en la condición física o en la flexibilidad y pon a correr en segundo plano o bien, corre a ritmos muy suaves. Bájale entre un 20-40% al kilometraje que traías. Lo que ya has ganado todos estos meses, no lo vas a perder de forma inmediata. ¡Prueba otras disciplinas!
- Despeja la mente. Nada como dejar de contar números, ahora olvídate del tiempo que haces, los minutos invertidos, las calorías quemadas o los datos duros como VO2 máx o cantidad de ácido láctico. Tu mente necesita pensar otras cosas para que no te aburras de correr y regreses más fuerte.
- No te quemes. No puedes correr todo el tiempo ni participar en todas las carreras semanales, la idea es que puedas disfrutar de correr por mucho tiempo más. Tu cuerpo necesita descanso y no puedes forzarlo a que siempre esté al límite. Dale un respiro para que pueda seguir trabajando, recuerda que los objetivos no se cumplen de la noche a la mañana y mucho menos, si tu cuerpo no se ha recuperado correctamente.