La proteína no solo sirve para desarrollar músculos, también es una gran aliada para la salud de los tejidos y el mantenimiento de la masa muscular. Todas podemos beneficiarnos de su consumo pero debemos hacerlo con la cantidad correcta y el momento adecuado.
¿Cuándo? La proteína se consume inmediatamente después de terminar el ejercicio para aprovechar sus beneficios. Si eres ordenada con esto, la ventaja es que los nutrientes llegan mucho más rápido a los músculos gracias al incremento del flujo sanguíneo que dejó el entrenamiento.
¿Cuánto? Demasiada proteína no es necesariamente mejor. Las investigaciones demuestran que 20gr al día ayudan a desarrollar el músculo, pero si quieres tomar la que te corresponde, basta con multiplicar el peso de tu cuerpo en libras por 0.11 gr.
¿Qué? Prefiere los alimentos que contengan el aminoácido leucina, el cual ayuda en la cicatrización de los tejidos. Lo puedes encontrar en productos ácteos, huevos, proteína en polvo y carne magra.
¿Cómo? Para que te sea más fácil puedes preparar licuados de proteína. Utiliza proteína en polvo whey o warrior si prefieres la vegetal, agrega frutas ricas en antioxidantes como fresas, moras y arándanos y un poco de miel. O bien, mezcla la proteína con cacao en polvo y plátano para acelerar el proceso de recuperación de tus músculos.