Nuestro cuerpo es muy inteligente y aunque conscientemente,no nos demos cuenta que no estamos comiendo correctamente, el cuerpo se encarga de mandarte señales para que cambies tus hábitos alimenticios.
- Te hace falta energía. Las calorías son la energía que utiliza el cuerpo para funcionar. Estudios en mujeres atletas han demostrado que la fatiga puede ocurrir cuando la cantidad de calorías que se consume es baja para soportar la cantidad de ejercicio que realizan. Una mujer que hace ejercicio debe tener entre 18 y 25 % de grasa corporal, menos de eso, significa un problema no solo de rendimiento sino de salud.
- Se te está cayendo el pelo. La pérdida de cabello se da por falta de ingesta de calorías, proteínas, vitaminas y minerales. Tú, como corredora, no puedes hacer dietas de moda ni planes detox sin supervisión. Tú sí necesitas calorías para dar tu máximo rendimiento.
- No puedes dormir. Está comprobado que si no duermes las suficientes horas eso te puede llevar a un aumento de peso. Cuando comes demasiado o muy poco, es más difícil conciliar el sueño y duermes menos horas. Eso, al final, te pasa la factura en tus entrenamientos y carreras. Lo ideal es que si estás entrenando muy fuerte hagas una siesta de 30 minutos al día o bien, aumentes ese tiempo en tus horas de sueño por la noche. Además un estudio publicado en la revista Sleep confirmó que la falta de sueño aumenta los niveles en la sangre de una señal química que amplifica el gusto por la comida y, en particular, por los aperitivos dulces o salados con alto contenido en grasa sobre todo en la tarde-noche.
- Tienes frío todo el tiempo. Consumir pocas calorías puede tener como consecuencia la disminución de temperatura corporal. La deshidratación y la falta de glucosa te pueden provocar escalofríos después de correr. Recuerda que mantener los niveles adecuados de electrolitos es indispensable y después de correr, es importante que consumas proteínas y carbohidratos para reponerte.