Teotihuacán, gran experiencia. Correr es la manera más rápida de desplazamiento, a pie, de un animal o de una persona, y si le agregamos que nos deja beneficios como mejorar la digestión y la memoria, mantener la juventud por más tiempo, fortalecer el sistema inmunológico y eliminar vicios como fumar, beber o comer en exceso, ya se deja ver más atractiva la cosa, ¿no?
Empecé a correr en agosto del 2015 y desde entonces no he parado. La vida, en un esfuerzo porque me moviera más de lo normal, me llevó a entrenar y empecé a participar en carreras. Una de las mejores decisiones de mi vida.
En este nuevo estilo de vida, he conocido gente y me he reencontrado con amigos que ahora también corren. Sin planearlo ni pensarlo, formé un grupo con el que corro esporádicamente, y al menos una vez al mes, participamos en alguna carrera. Con ellos llegué a la carrera de Teotihuacán, una de las mejores rutas que he corrido en México.
Esta zona arqueológica perteneció a una cultura poco conocida, ya que incluso en el periodo prehispánico, ya era una ciudad abandonada. Fue encontrada por los nahuas, quienes la nombraron Teotihuacán, “Ciudad de los Dioses”, sin embargo, hallazgos recientes indican que el nombre real es Teo uacan, el cual significa “Ciudad del Sol”.
Si eres mexicano, corres y buscas una ruta que te enchine la piel, ésta es la mejor opción, y si eres extranjero y quieres correr en un lugar emblemático de México, he aquí el lugar ideal.
Correr alrededor de las pirámides es una experiencia única, la cual se complementa con el color y la magia de los globos aerostáticos que todos los días vuelan alrededor de esta mítica zona.
Elegí la ruta de 10k porque, obviamente, te lleva más lejos. Rodear la zona arqueológica y ver el amanecer mientras corres, es uno de esos placeres que no se ven ni disfrutan todos los días.
Gracias a los trabajos de restauración e investigación arqueológica, hoy sabemos que Teotihuacán fue el epicentro de una cultura desarrollada. Aunque datos como su nombre original y el de sus pobladores se desconocen, se sabe que su mayor esplendor fue en los siglos III y IV, se fundó, aproximadamente, en el año 500 a. C., y que su principal actividad fue el comercio.
La magia no termina al llegar a la meta, pues la medalla es un trabajo artesanal realizado en obsidiana por los lugareños. Las 3500 piezas son talladas, grabadas y pulidas, una a una, a mano. Cada corredor se lleva a casa una obra de arte.
Después de la carrera, la ceremonia de premiación y la fiesta (con música en vivo incluida), San Martín de las Pirámides ofrece un sinfín de alternativas para todos los gustos. El tour por la zona arqueológica, sin duda, es una parada obligatoria; restaurantes para todos los gustos y bolsillos. Si prefieres llegar desde el sábado para descansar y llegar fresco a la carrera, las opciones de hospedaje van desde acampar junto a la línea de salida, hasta hoteles y hostales.
No hay pretextos, correr en Teotihuacán es una gran experiencia que tienes que vivir al menos una vez.
Andrea Landeros
Tw. @AndreaMonseL
Ig. @ andreamonse01
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