Seamos realistas: a veces simplemente no tenemos ganas de correr. A todos nos pasa en algún momento u otro, quedarse a dormir un poco más, salir con la familia o amigos y muchas otras cosas son tentadoras. Pero la realidad es que al menos 9 veces de cada 10, una vez que empiezas (y terminas), estás contento de haberlo hecho y sin arrepentimiento. Es muy raro escuchar a alguien decir: “me arrepiento de haber entrenado hoy” pero es muy fácil escuchar a alguien decir: “me arrepiento de no haberlo hecho”. Generalmente la primera frase (arrepentirse de haber entrenado) se da cuando el entrenamiento te lleva a lesionarte o a hacer más grande alguna condición que ya existía.
Claro que también esta la otra parte: los que somos necios. Los que sabemos que hay algo en nuestro cuerpo o salud que no está al 100% pero de todos modos salimos a correr. El resultado de esto generalmente no es el mejor…
¿Cómo saber entonces si solo estamos poniendo excusas o si estamos tenemos flojera? Aquí te dejo esta lista de excusas comunes para ver si debes salir a correr o tomas las cosas con calma.
- «HOY NO TENGO TIEMPO»
Recomendación: Correr
Tu tiempo de entrenamiento no es negociable si lo programas en tu calendario. Cierto, las emergencias pueden surgir, pero encontrar tiempo para correr un kilómetro o dos aumenta considerablemente tu estado de ánimo y te recuerda porqué haces un espacio para lograrlo. Si yo sé que mi día va a estar muy pesado, programo mi alarma más temprano para ir a correr cuando todos duermen, así no tendré excusas al final del día para no hacerlo. También es bueno dejar tus cosas para correr listas o tenerlas preparadas en una mochila para hacerlo en la primer oportunidad sin tener que perder tiempo en buscarlas.
- «ESTÁ LLOVIENDO / NEVANDO / HACIENDO MUCHO CALOR AFUERA»
Recomendación: Correr
La mejor manera de evitar perder tu entrenamiento cuando hay mal tiempo es estar preparado con el equipo adecuado o un plan para hacerlo con seguridad. Para la lluvia (sin relámpago), una chaqueta impermeable y un poco de equipo de alta velocidad debe ser suficiente. Para la nieve, una capa pesada y zapatos con suela especial son suficientes para mantenerte en marcha. Para el calor, una visera (gorra) y dejar tu botella de agua en el congelador la noche anterior te ayudará. Por último, si el clima de verdad no te lo va a permitir asegúrate de tener el acceso a un gimnasio o caminadora por adelantado donde puedas hacer tu entrenamiento.
- «NECESITO NUEVOS ZAPATOS / SHORTS / SPORTS BRA»
Recomendación: Correr
Desear nuevo equipo no es una excusa para saltarse un entrenamiento. Muchos corredores de fondo felizmente admiten que poseen 5-10 pares de zapatillas deportivas en varios estados de desgaste. En vez de esperar hasta que tus cosas se acaben, compra cuando no llegues a ese extremo.
- “ESTOY ADOLORIDO / MI PIE (O CADERA O MUSCULO O…) ME DUELE“
Recomendación: Corre, pero prepárate para parar en cualquier momento de ser necesario.
Es importante aprender a diferenciar entre dolor e incomodidad. Estar adolorido es normal, consecuencia de entrenamientos anteriores. Esto generalmente se quita a los 2-3 kms de correr cuando el cuerpo (músculos) se calienta. El dolor es aquel que no para y que te impide hacer tu zancada de manera normal, o aquel que se incrementa a medida que corres o haces un movimiento.
Correr adolorido está bien, correr con dolor no. Si tienes un dolor para inmediatamente pues te arriesgas a crear una lesión grave de seguir haciéndolo. Es mejor tener menos kilómetros en un día o en una semana, que menos semanas o meses sin correr.
- “ESTOY DEMASIADO CANSADO»
Recomendación: Correr, pero omitir el entrenamiento pesado.
Guarda el entrenamiento duro para un día en que te sientes mejor. El ejercicio es un aliviador de estrés que está comprobado, y es una gran manera de controlarlo e incluso aliviar la depresión, pero como dice el entrenador Kyle Boorsma, «es necesario considerar el estrés de la vida total, no sólo lo que se hace en el entrenamiento. En lugar de tratar de forzar tus intervalos en un día en que te has sobrecargado en el trabajo o en casa, utiliza este día para correr de manera más relajada y solo trota, no obligues a tu cuerpo. Para los nuevos corredores, esto podría significar incluso tomar una caminata o un paseo: Elije una actividad que te hará sentirse más tranquilo por haberlo hecho.
- «NO HE DORMIDO BIEN LA ULTIMA NOCHE»
Recomendación: Correr, pero omitir el entrenamiento pesado.
Una noche de sueño pobre no debe dañar tu corrida – así que si ese es el caso, reduce la intensidad y distancia. Lo más probable es que tuvieras algún tipo de factor externo -el estrés laboral o familiar- para culparte de tu pobre sueño, y por suerte, una carrera puede animarte y disminuir el estrés. Sin embargo, si te encuentras durmiendo de manera inconsistente, esto va a retrasar tu capacidad para recuperarte y hará más difícil lograr resultados con tus entrenamientos. Si ese es el caso, consulta con tu médico. Recuerda que para tener buenos resultados hay tres factores muy importantes: entrenar bien, comer e hidratarte bien y recuperarte bien. Si uno de estos falla los otros dos se ven alterados.
- «TENGO UN RESFRIADO»
Recomendación: Correr, pero reducir su intensidad.
Que no te de pena tomarte un día libre. Si estás un poco congestionado (nariz) pero por otra parte te sientes bien, la mayoría de los entrenadores y doctores te dirán que puedes correr pero evitando los grandes esfuerzos. Los entrenadores a menudo les dicen a los corredores que corran cuando están resfriados, pero la clave es marcar la intensidad para evitar que empeoren. Y recuerda, el estrés adicional de la enfermedad debe ser considerado. Si decides entrenar cuando estás enfermo y exagerar, puede que te enfermes durante más tiempo y requieras aún más tiempo para descansar – que resulta peor en comparación con el descanso durante un día, la curación más rápida y volver a entrenar adecuadamente tu cuerpo.
- «TENGO FRÍO EN EL PECHO»
Recomendación: Trotar super leve, caminata, o evitar entrenar.
Tradicionalmente, los entrenadores han sugerido omitir o cortar un entrenamiento si el resfriado está en tu pecho, frente a sólo en su cabeza. «De vez en cuando, podría sugerir un entrenamiento muy ligero si se trata de un pecho ligeramente frío», dice el entrenador de resistencia Tracey Drews. «Sin embargo, si el atleta comienza el entrenamiento y no se siente bien, les digo que se vayan a su casa. Sólo hidratarse y descansar. «Como Drews señala: Un día libre es MEJOR QUE una semana sin poder entrenar.
- “ESTE ENTRENAMIENTO SE VE MUY DIFICIL”
Recomendación: Correr
Algunos de nosotros sabemos por adelantado qué entrenamiento haremos al día siguiente. Algunos otros no. Si eres como yo y tienes un entrenamiento muy difícil al día siguiente, quizá comiences a sentir ansiedad y a tener dolores y molestias y cosas en el cuerpo que te hacen pensar que sería mejor no hacerlo. Esto es normal, tener metas altas debe asustarte, pero no paralizarte. Si esto te pasa solo recuerda que los entrenamientos son guías para marcar el esfuerzo que debes hacer, y que lo peor que puede pasar es que no te salga exactamente como está escrito. Pero mientras des tu mejor esfuerzo ese será un excelente entrenamiento.
Recuerda enfocarte en lo que está bajo tu control (actitud, pensamientos, esfuerzo, técnica) y dejar ir lo que no, y entiende que preocuparte por un entrenamiento que aún no pasa no tiene sentido. Ocúpate de él cuando estés ejecutándolo y no dejes que tu mente se vaya lejos, enfócate en dar un paso a la vez y será mucho mas fácil terminarlo.
Espero que esto te sirva. Finalmente el único que puede determinar si debes salir a correr o no, eres tú. Nadie conoce tu cuerpo mejor que tú. Solo recuerda cuáles son tus metas y preguntarte si te sentirás mejor después de correr o si te quedas sin hacerlo.
Por Tere Derbez-Zacher
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