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Si nuestros pies hablaran, ¡qué no dirían! Con la sobrecarga a la que los sometemos en los entrenamientos, es lógico que debamos tener más cuidados. Aquí te damos algunos tips.

– Lava tus pies con agua templada y sécalos diario,  sobre todo entre los dedos para evitar los temidos hongos. Aplica crema hidratante y aplícales exfoliante una vez por semana. Usa calcetines de algodón o lana, ya que los sintéticos no permiten la transpiración.

– Corta las uñas con regularidad, en forma recta, ya que si las cortas muy redondas pueden enterrarse y te dolerán principalmente en las largas distancias. Aplica con frecuencia un poco de brillo para devolverles su fuerza y aceites especiales para evitar su deshidratación.

– Ve con el pedicurista al menos cada mes. Te recomendamos que lo hagas después de una distancia larga para eliminar ampollas, callos y resequedad, además de darte un masaje para relajarte.

Los tenis favorecen la humedad y por lo tanto, es necesario usar desodorantes para pies después del baño o antes de correr.

– Si los pies te sudan en exceso, lávalos con aceite esencial de salvia que ayuda a regular el sudor y evita la aparición de hongos.

Si te sale alguna ampolla, quítate los calcetines, reviéntala, deja que el pie se ventile o hasta puedes usar el aire de la secadora directamente en la zona. Aplica una crema antirozaduras para bebé.