Recientes investigaciones han demostrado que si a los deportistas se les deja beber líquido de acuerdo a su voluntad, nunca toman el suficiente. ¿Lo has notado? Pues sí, tu rendimiento se puede ver afectado dependiendo del grado de deshidratación que traigas no solo al entrenar sino al competir y esto influye directamente en el gasto cardiaco y en el aporte de la sangre a los músculos.
Al deshidratarte, tu organismo pierde la capacidad de disipar el calor y esto provocará que ese aumento en la temperatura corporal puede desencadenar un golpe de calor. Una fórmula fácil de saber cuánto líquido debes tomar es dividir entre 7 tu peso en kilos y eso te dará la cantidad de vasos (250 ml) de agua que debes beber al día. Igual quizá necesites un poco más si el ejercicio que estás haciendo es intenso De hecho, una pérdida de peso del 4% a causa de la deshidratación puede ser dañina para tu cuerpo
Pero ¿cuáles son las consecuencias de la deshidratación? Aquí te dejamos un recuadro que lo explica mejor (Moesch).
Del 1 a 8%
Sed, malestar, falta de apetito, eritema, inquietud. cansancio, aumento del ritmo cardiaco, aumento de la temperatura corporal y rectal, náuseas.
Del 8 al 10%
Dolor de cabeza, falta de apetito, mareos, hormigueo en extremidades, sequedad en la boca, cianosis, dificultad para hablar, incapacidad para andar.
Del 11 al 20%
Delirio, lengua hinchada, incapacidad para tragar, sordera, visión oscurecida, piel arrugada, micción dolorosa, piel insensible.
Ahora ve:
Ciclo menstrual y rendimiento