¡Estoy a punto de terminar esta maratón de 9 meses, aunque creo que la carrera recién empieza y será para toda la vida! Mil sentimientos encontrados, con muchas ganas de conocer a este chiquitín que ha sido mi compañero durante todos estos meses. Ahora ya siento la ansiedad, impaciencia y felicidad de por fin tenerlo en mis brazos.

Estoy en la semana 39, así que en cualquier momento aparece este baby runner. El embarazo ha sido una montaña rusa, nadie te prepara para esto y como cada mujer es distinta, cada una lo vive a su manera. Los primeros 4 meses fueron bastante duros para mí, todo el día con náuseas, un sabor a metal en la boca, sin ganas de comer y con un cansancio que me tumbaba en mi cama prácticamente todo el día. Lo bueno es que el cuerpo es muy sabio y parece que el bebé sabía que yo debía estar activa durante la mañana. Me levantaba muy temprano para estar con el grupo que entreno o para yo poder hacer deporte. Regresaba a mi casa, comía algo, me bañaba y caía muerta hasta el día siguiente. Podía trabajar desde mi cama con la laptop y el celular, pero sentía que algo (o alguien) había tomado mi cuerpo por completo. Todos me decían que las náuseas y malestar se iban a la semana 12-14, ¡A mí me duraron hasta como la semana 20! Ya estaba perdiendo las esperanzas hasta que un buen día me desperté y todo fue distinto, me volvieron las energías y el hambre (muuucho hambre!!). Desde ese día en adelante pude hacer deporte tranquila y disfrutar de mi embarazo.

Les cuento cómo me enteré que estaba embarazada. Mi esposo y yo ya estábamos con ganas de tener un bebé, pero por un motivo u otro (entre ellos un par de maratones que yo quería correr 😊) no habíamos comenzada la “campaña”. Un buen día corriendo, me comencé a sentir muy rara, una mezcla de cansancio y ganas de parar en ese momento. ¡Miré mi reloj y las pulsaciones estaban volando! Lo primero que pensé fue que me iba a dar un resfrío, o que seguro tenía un virus incubando, ¿o sería una posible lesión? ¡Pasó de todo por mi cabeza menos que estaba embarazada! Luego unos días cuando vi que mi pulso en reposo seguía alto, ¡decidí hacerme una prueba de embarazo y salió positiva! Ya tenía 6 semanas de embarazo y había seguido entrenando esos días con normalidad. ¡Más FELIZ no podía estar!

Existen muchos mitos e ideas un poco anticuadas de si estas embarazada no puedes hacer deporte ni mucho esfuerzo porque puede hacerle daño al bebé, no es bueno exigirte, debes descansar etc Todo eso no es cierto, y lo he vivido estos 9 meses en carne propia.

Apenas supe que estaba embarazada me entraron muchas dudas y nervios ya que todo era nuevo para mí. Yo estoy certificada para dar clases de fitness durante el embarazo y post parto, además de running coach y personal trainer, pero cuando se trata de uno misma y de un entrenamiento más exigido como el que yo normalmente sigo, me entraron muchas dudas. Mi primera cita con mi doctor me llenó de seguridad y confianza. Debes buscar un doctor que te de paz, tenga las mismas ideas que tú relacionadas a tu embarazo y el parto, y sea alguien con el que conectes bien. Mi doctor me dijo que con mi nivel de actividad y estado físico podía seguir entrenando sin problemas, que sería mi cuerpo el que me va ir avisando cuando debo bajar la mano… Efectivamente así fue!

Los primeros meses seguí corriendo sin problemas, lo que si eliminé de mis entrenamientos fueron las cuestas (hills), cambios de velocidades bruscas (track workouts intensos), y en el caso de entrenamientos de fuerza, disminuí la cantidad de peso que usaba. No es fácil seguir una rutina de ejercicios durante todo el embarazo, hay muchas cosas que juegan en tu contra como las náuseas, el cansancio constante y la falta de motivación algunos días. Yo me considero una persona muy disciplinada, que le gusta la estructura, el orden y en temas deportivos soy bastante rígida. Estos meses he aprendido mucho a ser flexible, a comprender que puedo darme unos días de descanso si es necesario, a disfrutar de hacer actividades menos intensas y de olvidarme de las metas deportivas exigentes para poder enfocarme en mi bebé. Seguí con el running hasta la semana 35 (cada semana fui disminuyendo los kms y los días de correr), hice entrenamiento funcional casi todo mi embarazo para mantener mis músculos tonificados, e hice spinning hasta el último día (¡Comencé labor de parto 10 horas post clase e spinning!).

Los beneficios del ejercicio durante el embarazo son muchísimos, entre los más importantes: mantendrás tus músculos fuertes y tonificados, tendrás más energía, estarás más fuerte y preparada para el parto, mejorarás tu ánimo y autoestima, te ayudará a mantener un peso sano, tu recuperación física post parto será más rápida, y dormirás mejor.

Estoy convencida que hacer deporte en el embarazo trae muchos beneficios y es por eso que apoyo la idea que las mujeres sigan activas durante este periodo. Es muy importante escuchar a tu cuerpo y hablarlo mucho con tu doctor ya que hay casos en los cuales debes adaptarte a un ejercicio menos intenso o algunas veces la futura madre debe estar en reposos para evitar complicaciones. Cada mujer y cada embarazo es un mundo distinto, pero si te dan luz verde para hacer ejercicio, ¡Aprovecha! Te vas a sentir energizada, feliz y estoy segura que tu bebé estará muy a gusto en tu panza.

Sandra Morris Ferrand, entrenadora de running del team Chasqui Running Club en Perú, Personal Trainer, Fitness durante el embarazo y motivadora deportiva.

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