NMSC

Comencé a correr hace 15 años, primero solo como parte del calentamiento para mis rutinas de gimnasio en compañía de mi alma gemela (actualmente mi gran esposo y padre de mis dos hijos, Lucas y Carmina) luego aumenté la distancia y el gusto de sentir solo mi respiración, mi corazón y mis neuronas.

Me gustaba tanto correr, que en cuanto lo hacía me conectaba conmigo misma y arrancaba a toda velocidad. Hice muchas carreras de 5 K, 10 K y 21 K, sin embargo, el llamado de la «reina» de todas las pruebas, el maratón, se hizo presente hasta hace 11 años y así debuté en la edición XXIX del Maratón de la Ciudad de México con un tiempo de 3:25:00. Por primera vez entendí aquella frase que decía que el maratón pone a prueba la capacidad física y mental, ya que al cruzar la meta es algo mágico que solo se alcanza con esa distancia y por supuesto, esa sensación te dura por siempre y te motiva a ir por más.

A partir de ese momento, me comprometí con el maratón y para la edición XXX del Maratón de la Ciudad de México, quedé en primer lugar dentro de mi categoría con un tiempo de ¡3:08:17!… lo cual me dio mi pase automático para mi siguiente reto: el Maratón de Boston, el mayor trofeo que anhela todo maratonista y yo estaba ahí, ¡me habían aceptado para correr en la edición del 2013!

Llegó la fecha esperada, y me paré en mi carril de arranque, muriéndome de frío, nervios y emoción, así que emprendí la carrera y registré un tiempo oficial de 03:04:16, me sentí grande, orgullosa, mágica, era mi mejor tiempo y ¡en Boston!. Cuando llegué al punto de reunión y vi los rostros de mis hijos y Jorge (mi alma gemela y entrenador) corrí a abrazarlos y llenarlos de besos, estaba completa, la vida me había dado más de lo que necesitaba. Sin embargo, esa magia se opacó con los actos terroristas ocurridos durante el maratón, tanto daño y tantas víctimas sin razón.

Es indescriptible la magia del maratón de Boston, hay que sentirlo en la propia piel y esa sensación única me inspiró a marcar mi próximo objetivo: correr los World Marathon Majors (Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York).

Y me seguí en este año (2014) con el Bank of America Chicago Marathon. Fueron meses de intensa preparación, desvelos, sesiones de entrenamiento con frío y lluvia, en donde le agradezco a mi fiel Icaro (mi labrador) por su compañía en todos mis meses de entrenamiento, siempre manteniendo el paso. Una vez más, la magia de esos 42 Km en un tiempo de 2:58:47…¡logré romper la barrera de las 3 horas!

Esta es mi historia, madre maratonista orgullosa, feliz, completa y sobre todo, agradecida con todos los que están ahí conmigo siempre, dando todo por mi… y por cierto, cuidado Nueva York que voy por ti el próximo año.

Nansy M. Sánchez Casas