Correr de forma moderada aumenta las defensas y se recomienda para prevenir enfermedades inflamatorias e infecciosas. Pero si te preparas para una competencia más demandante como un maratón, existe mayor riesgo de padecer infecciones después de entrenar de forma intensa.
Investigaciones recientes han demostrado que después de entrenar muy fuerte hay un incremento en la producción de factores inmunosupresivos y por lo tanto, se recomienda el consumo de probióticos porque tienen la capacidad de prevenir las infecciones a través del tracto respiratorio y reducir el número de días y severidad de las mismas.
Los probióticos son microorganismos vivos que si se administran en cantidades adecuadas son beneficiosos para la salud. La mayoría de esos microorganismos están en el intestino que ayudan a mejorar la digestión y prevenir el cáncer de colon, además de que la flora intestinal en buen estado proporciona una barrera para que los microorganismos patógenos no se extiendan (fortalece el sistema inmunológico, metaboliza el colesterol, previene el cáncer de colon y retrasa el envejecimiento)
¿Dónde encontralos? Aunque hay suplementos, lo ideal es que lo consumas en alimentos como el queso y yogur, además del kéfir, kumis, miso, pepinillos, kimchi, té de kombucha y productos lácteos adicionados como yakult. Éstos deben contener cepas como Bifidubacteria o Lactobacillus sp.
¿Cuánto? De 4000 a 10 millones de ambas bacterias a diario y de preferencia por la mañana antes de desayunar o antes de dormir.