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La pisada que tenemos depende de la pronación de los pies. Pero ¿qué es pronación? Es el giro natural que el pie hace al caminar y en este caso, lo realiza hacia adentro después de que la parte externa toca el piso. Si tienes sólo el 15% de rotación hacia el interior, se considera normal y óptimo para absorber el impacto que correr implica para nuestros pies, pero cuando ese porcentaje es mayor o menor, el trabajo se intensifica a ciertas partes del pie, lo que puede ocasionar molestias y lesiones. Un estudio del Departamento de Ortopedia del Deporte de la Universidad Tecnológica de Múnich, Alemania, señala que muy pocos corredores conocen su tipo de pisada, algo que es vital en quienes amamos este deporte.

Para que esto no suceda debes conocer tu tipo de pisada. Te recomendamos acudir con un especialista pero para darte una idea general, puedes hacer la siguiente prueba en una toalla húmeda. Moja tus pies y colócalos sobre un papel ejerciendo una ligera presión. La huella que se quede plasmada es la que cuenta. A continuación encontrarás algunas pistas que pueden revelar tu tipo de pisada.

Pisada neutral

Imagen 1

Se marca la mitad en la zona del arco, mientras que en la parte frontal y trasera del pie se ven bien definidas. Si la tienes quiere decir que es eficiente para una absorción óptima del impacto. Te queda cualquier tipo de zapato que tenga una buena amortiguación.

Sobrepronadora

Imagen 2

Si tu huella se muestra casi por completo tu pie, significa que tienes arco bajo y tiendes a sobrepronar, es decir, al pisar tus pies giran hacia adentro más de lo normal y requieren de estabilidad extra para equilibrar un impacto mal distribuido, lo que puede generar problemas y molestias. Busca un calzado con más estabilidad y control de movimiento y con suelas ligeramente rígidas.

Supinadora

Imagen 3

La huella se enfatizará en el talón y se verá sólo un poco la parte interna del pie. Es probable que tengas un arco alto, tus pies giran menos de lo normal al pisar y se ejerce una presión intensa en la parte externa del pie, así como en la parte frontal o trasera. Necesitas zapatos con amortiguación y flexibilidad pero sin control de movimiento.

Antes de comprar tus siguientes par de tenis primero checa qué tipo de pisada eres para que valga la pena tu inversión.