Nos queda claro que todos tenemos nuestro propio ritmo para alcanzar nuestras metas pero hay señales claras que indican que es hora de cambiar y variar el plan de entrenamiento porque tu cuerpo ya se estancó.
1. Sigues haciendo el mismo tiempo en las carreras o hasta lo subes. Este es uno de los primeros indicativos de que necesitas cambiar el plan e incluir sesiones de velocidad, resistencia, flexibilidad y fuerza.
2. Tu pulso se mantiene intacto. Si empiezas y terminas con el mismo ritmo cardiaco, es momento de subir el nivel. Por ejemplo, entrenar al 50% de tu FCM (Frecuencia Cardiaca Máxima) todo el tiempo no hará que pierdas más grasa, si por el contrario, integras sesiones de intervalos o fartlek, eso te hará quemar calorías aun cuando ya hayas terminado.
3. Los músculos ya no se sienten trabajados. Terminas fresca, casi sin despeinarte, pudiste mantener una conversación sin problemas y encima, tus piernas se sienten relajadas, dale un switch a ese entrenamiento. Es indicador de que tus músculos se acostumbraron a una carga y a determinados movimientos.
4. Casi no sudas. Habrá quien sude más que otra persona, pero podría ser un indicador de que no hubo un esfuerzo demandante en la rutina.
5. Empiezas a aburrirte. La mente sabe cuando ya no tiene retos por delante y si has llegado a ese punto, es mejor que hagas algo. Evita la monotonía agregando diferentes distancias con ritmos variados.