Sí, existen estrategias mentales que nos hacen correr mejor. Entrenamos nuestro cuerpo corriendo, yendo al gimnasio, a clases de yoga. Compramos los zapatos que necesitamos, invertimos en la ropa que mejor nos venga al correr, en suplementos que no hagan tener energía, comemos de cierta manera, contratamos un entrenador, compramos un reloj especial… pero cuando llega la hora de probar qué tan fuertes somos, qué tan lejos podemos ir, qué tan rápido podemos correr o cuando llega la hora de ir a una carrera diferente, muchas veces no obtenemos el resultado que deseábamos, no por falta de entrenamiento físico sino por falta de preparación mental.
A todos nos pasa que hay días en que nos sentimos muy bien, nos enfocamos en lo que estamos haciendo, correr nos sale muy fácil. Pero también tenemos días en que la mente no nos deja en paz, en que tenemos pensamientos como: “uff, ¡apenas voy en el kilómetro tal y todavía me faltan muchos más!». O pensamientos como “tal o cual va más rápido que yo, mejor debería pararme”… o cualquier otro tipo de pensamientos que en vez de ayudarnos, nos perjudican.
Yo he tenido carreras y entrenamientos en los que solo pienso en detenerme, en que no puedo más, en que ya quiero que se acabe. La mayoría de las veces me pasaba por nervios, a veces por miedo y otras por tener expectativas o querer llenar las expectativas de los demás.
Después tomé una clase de meditación que me ayudó muchísimo, sobre todo a darme cuenta que lo único que podemos controlar son nuestros pensamientos y el momento presente. Esto me ayudó a desarrollar tres puntos que me permitieron no solo hacermis mejores marcas tanto en maratón, medio maratón, 5 y 10 kms el año pasado, sino calificar a eventos internacionales representando a mi país. Aquí comparto estos tres puntos con ustedes:
1) Estar siempre en el momento presente.
2) Es solo un pensamiento y un pensamiento puede ser cambiado.
3) Este es un nuevo día que nunca he vivido antes, así que no sé lo que va a pasar y puedo hacer de él lo que yo quiera.
Me explico:
1) Si estoy dando este paso eso es lo único que puedo controlar. Preocuparme por cómo me voy a sentir en el siguiente kilómetro es inútil pues el siguiente kilómetro no ha llegado y pueden haber muchas cosas que cambien la situación. El único momento que tenemos es el presente. Ocúpate del paso que estás dando en el momento y ocúpate del siguiente kilómetro cuando estés en el siguiente kilómetro.
2) Todo lo que llega a tu mente son pensamientos y tú tienes el poder de elegir si lo tomas o si lo cambias. En vez de pensar: “me siento cansado” puedes elegir pensar: “solo me falta un poco y puedo descansar”, o “descansare después, me voy a arrepentir más de no hacerlo que de abandonar” o cosas así.
3) No porque hayas ejecutado cierra distancia anteriormente y te haya salido bien o mal quiere decir que hoy será igual. Este es un nuevo día, así que hoy es como un lienzo en blanco. No porque hayas participado en una carrera el año pasado y la vuelvas a correr este año, quiere decir que será igual. La ruta quizá es la misma, la carrera no pues está ejecutándose en un día que no ha pasado aún. Así que llega sin expectativas (ni buenas ni malas) y solo enfócate en el momento presente.
Espero que esto les sirva tanto como a mi y las invito a que me sigan en Facebook (https://www.facebook.com/insightfulrunner/), Twitter (@TereZacher) e Instagram (Tere Zacher) para motivaciones durante el dia.