No todos los días podemos recurrir a nuestro fisioterapeuta después de un día de entrenamiento o de alguna carrera de distancia; sin embargo, sí podemos ofrecerle un poco de relajación a nuestras piernas con un masaje hecho por nosotras misma.
Así que checa cómo darte un buen masaje de piernas después de hacer distancia o de una carga pesada de entrenamiento.
Aplica aceite
Es sumamente importante utilizar un aceite lo suficientemente graso para que los dedos resbalen sin ningún problema. Si no tienes uno, puedes recurrir al aceite de coco de tu cocina, este súper alimento también es un aliado para combatir la inflamación.
Movimientos largos
Comienza el masaje desde los talones hasta tus rodillas. El movimiento debe ser lineal y presionando profundo en todo momento con las puntas de tus dedos. Siempre hacia arriba con el fin de mejorar la circulación.
Presiona el talón
Abraza tu talón con la palma de tu mano y presiona fuerte durante unos segundos. Una vez liberada la presión, jala nuevamente las puntas de tus dedos hacia arriba en movimiento líneas presionando fuerte. Al llegar a la pantorrilla da otro masaje simulando que quieres deshacer algún nudo.
Giros de talón
Toma el talón con una mano y tu empeine con la otra, y comienza a girar tu pie hacia afuera. Cuenta diez giros y cambia hacia el otro lado. Una vez que termines masajea tu empeine con movimientos circulares y suaves.
Punción en planta
Con los pulgares de tus manos ve ejerciendo presión en cada zona de tu planta: talones, puente, dedos. La fuerza dependerá del nivel de tensión que sientas en esta área de tu cuerpo.
Levanta tus piernas
Una vez que hayas abarcado todas las zonas de tus piernas, colócate acostada de frente a una pared, levántalas y recárgalas en ellas. Déjalas en esa posición durante diez minutos para que la sangre circule mejor y terminen de destensarse los músculos.