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Olvídate de hacer ayunos para quemar grasa, ¡lo único que conseguirás es fatigarte en el mejor de los casos, si no es que incluso te desmayes!

Al despertar los niveles de glucosa en la sangre están bajos y por lo mismo, necesitarás comer ligero para soportar las exigencias de tu entrenamiento. Consume de 200 a 500 calorías y que sean 3 porciones de carbohidratos por una de proteína. ¿Un ejemplo? Un pan con crema de cacahuate, un plátano con 10 almendras, una barra de cereal o bien, una bebida con carbohidratos te ayudará. Hay estudios que demuestran que si comes antes de correr tu desempeño mejorará en un 12%.  Evita los lácteos porque pueden causarte problemas intestinales o cereales que sean altos en fibra como la avena.

Bebe de 250 a 400 ml de agua o bebida isotónica de 2 a 4 horas de entrenar si se trata de una sesión de más de 1 hora, te ayudará a evitar la deshidratación y fatigarte antes.

Recuerda que las corredoras desayunamos por disciplina no por hambre y nosotros no nos matamos con dietas.