Si tienes oportunidad de pasar tiempo con corredores profesionales o atletas elites, quizá puedas aprender algunas cosas como a qué ritmo debes correr para salir de tu zona de comodidad, qué rutas tienen los baños más limpios, qué tipo de ropa usar usar cuando el tiempo está cambiando rápidamente, etc. Cuando yo comencé a correr solía pedir a entrenadores, nutricionistas y corredores veteranos que compartieran sus estrategias conmigo. ¡Realmente quería ser una buena corredora!

Ahora sigo empujándome para pasar los logros que he alcanzado. Ya he mencionado que quiero volver a calificar a Juegos Olímpicos (¡Tokio 2020 aquí voy!). Y pensando en las cosas que he aprendido hice una lista que quiero compartir con ustedes para que corran mucho más tiempo, se sientan más ligeros y permanezcan libres de lesiones.

1. Corre todos los días (con sus días de descanso)

La consistencia es la clave de un programa exitoso. Una corrida diaria ayuda a mejorar la capacidad de tu cuerpo para quemar grasa, junto con su biomecánica. También enseña a tu mente a pasar cualquier desafío ya sea físico o mental.

Si bien es cierto que correr diario sería lo ideal, también es cierto que el cuerpo necesita descansar para recuperarse. Yo no puedo correr más de 5 días a la semana pues mi cuerpo tiende a lesionarse si lo hago, entonces he sustituido mis otras sesiones de entrenamiento por otro tipo de ejercicio que me permita recuperarme y seguir incrementando mi capacidad aeróbica y fuerza muscular (nadar, yoga, andar en bici o hacer la elíptica en el gimnasio son muy buenos ejercicios para entrenamiento cruzados)

2. Encuentra una razón

Comencé a correr porque es algo que me hace sentir viva. Cuando estuve lesionada una amiga tuvo un accidente que la dejo parapléjica y en una silla de ruedas para siempre, sin ninguna sensación física de la cintura para abajo. Cada vez que experimento incomodidad al correr o un pequeño dolor (incluso alguna lesión) recuerdo a aquellos que todavía están luchando en sus batallas, a aquellos que no pueden sentir sus piernas y que darían cualquier cosa no solo por caminar o por correr, sino por poder tener sensaciones físicas ya sea de dolor o no.

3. Invertir en la comodidad

Entrenar bien implica salir de tu zona de confort física y mentalmente. Tener incomodidad por el equipo que usamos no es algo por lo que debiéramos de pasar. Invierte en unos buenos tenis que te ayudaran a correr a tu mejor esfuerzo sin lesionarte. A mi Skechers Performance me han funcionado maravillosamente bien. Desde que comencé a correr con ellos no me he lesionado y he mejorado mis mejores marcas, calificando incluso a Juegos Olimpicos. Mis favoritos son los GoRun Ride 6. Invierte también en un buen par de calcetines, nada mata una carrera como una ampolla a punto de estallar. Yo uso SwiftWick y me encantan porque desde que corro con ellos no tengo unas negras ni ampollas.

4. Mantente positivo

Finaliza corriendo sintiéndose fuerte y feliz, no desgastado. Te mantendrá volviendo para más y te ayudará a reducir el riesgo de lesiones. Recuerda que tienes la oportunidad de correr y no que TIENES que correr. Tu corres por gusto no por obligación. Mantener esto en mente te va ayudar a tener un enfoque positivo cuando la corrida se pone dura.

5. Encuentra tu punto dulce

Escribe tus entrenamientos y a un lado de ellos pon un código de color de cómo te hicieron sentir: amarillo para asombroso, naranja para simplemente OK y rojo para el peor entrenamiento. Es una forma visual de ver cómo tu cuerpo responde y te ayudará a reconocer los patrones. Por ejemplo, si siempre estás naranja o rojo cerca de tu período, de tiempos de estrés en el trabajo, o cuando comes cartas cosas eso es una señal de que deberías hacer ejercicios más ligeros en esos días o cambiar tus hábitos alimenticios.

6. Se flexible

Utiliza un rodillo de espuma (foam roller) tres veces a la semana para mejorar la flexibilidad: ayuda a reducir la lesión mejor que el estiramiento estático. Si no tienes uno, date masaje con un rodillo de cocina estirando tus músculos hacia arriba. Esto te ayudará a deshacerte del acido láctico para que puedas entrenar mejor y recuperarte más rápido.

7. Usa menos ropa

Siempre vístete para correr como si el clima estuviera de 5 a 10 grados más caliente de lo que está. Tan pronto como salgas y te muevas, te calentarás y estarás contento de no haberte puesto tantas capas de ropa.

8. Deja de ir de fiesta

Manténte alejado de la hora feliz los días previos a una carrera o una gran sesión de entrenamiento. El alcohol afecta significativamente la calidad del sueño y los niveles de hidratación, así como la recuperación.

9. Entrena inteligente

Con el fin de fortalecerse, tu cuerpo necesita tiempo para reconstruirse. Mezcla los días fáciles con los duros, y evita excederte cuando tu cuerpo necesita un descanso.

10. Olvídate de las velocidades

Compárate contigo mismo. Siempre habrá alguien más rápido y más delgado y así. Concéntrate en las mejoras que deseas hacer por ti mismo.

En mi primer carrera como corredora elite yo todavía tenía cuerpo de nadadora (fui campeona mundial de natación a finales de los 90’s). Si bien era delgada, mis brazos y mis piernas no se veían como se ven ahora. Recuerdo estar en el elevador con una compañera corredora cuando varias corredoras kenianas se subieron. Lo primero que pensé fue: “¡estoy del doble de tamaño que ellas!”. Mi amiga externó verbalmente el mismo comentario y recuerdo que hablamos de que Paula Radcliffe (quien a la fecha es la corredora de maratones más rápida del mundo con 2 horas 15 minutos) pesaba lo mismo que yo y eso no fue impedimento para que ella corriera rápido. Jamás tendré el cuerpo de una keniana pues soy mexicana. Lo acepté y a la fecha eso no ha sido impedimento para correr bien y estar compitiendo con las mejores del mundo.

11. Se un corredor social

Correr puede ser una actividad tan solitaria como queramos hacerla. Pero también puede ser tan social como queramos. Aún más, se ha demostrado que hay un beneficio real al hacer una conexión con los demás y no hay mejor manera de conseguirlo que corriendo juntos. Corre con tu familia o amigos o, mejor todavía, haz nuevos amigos con otros corredores que no conoces.

12. Habla con otros acerca de tus metas

Dile a la gente tu meta. Publícalo en Facebook, Instagram y Twitter. Llama a tu mamá. Poner tu meta fuera de ti te hace comprometerte más con ella. Es fácil dejar de intentar algo si nadie sabe que lo queremos hacer, pero si ya le dijimos a todos lo que queremos lograr es más difícil que dejemos de intentarlo. Y no te preocupes por si logras el objetivo o no, al final la gente se sentirá orgullosa de tu esfuerzo, no de tu resultado.

13. Compite

Establece un objetivo para completar una carrera más larga (medio maratón o un maratón completo. Si ya lo hiciste quizá puedes pensar en otro o en un ultramaratón). ¡El cruce de la meta cambiará tu vida!

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Por Tere Derbez-Zacher