La fascitis plantar es una inflamación del tejido grueso de la planta del pie que resulta muy molesta a la hora de correr. Recientes investigaciones han demostrado que no solo se trata de una inflamación sino que la raíz del problema radica en la degeneración de ese tejido debido principanlmente a la tensión en esa zona. La edad promedio de quienes la padecen es de los 30 años y los síntomas son: punzadas, rigidez, dolor en el arco, talón o parte frontal del pie, entre otros. Muchas personas, que sienten las primeras punzadas de dolor de talón causadas por una lesión de la fascia, cambian a calzado atlético más suave y flojo, con la creencia de que eso consentirá al pie y corregirá el problema. En realidad tiene el efecto contrario. La mejor forma de prevenir la fascitis plantar en su primera etapa es simple y económica: “Lo recomendable es hacer muchas extensiones”, comenta el Dr. Glenn Pfeffer, director del centro de pie y tobillo del hospital Cedars Sinaí. “Es necesario aflojar los músculos rígidos de la pantorrilla y los pies”.

Por ello, aquí te dejamos 6 ejercicios que puedes hacer desde la comodidad de tu casa y que te recomendamos realices antes y después de tu entrenamiento.

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De pie, dobla los dedos de tu pie izquierdo mientras te sostienes con la otra pierna. Trata de llevar tu pie hasta delante lo más que puedas. Realiza dos series de 15 a 30 segundos con cada pie.

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De pie, sube y baja tus pies. Realiza dos series de 15 repeticiones.

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De pie, lleva tu cuerpo hacia el frente mientras doblas tu pierna derecha y estira completamente tu pierna izquierda. Siente cómo se alarga tu pantorrilla. Tu talón siempre debe estar tocando el piso. Mantén de 15 a 3o segundos la posición, haz 2 repeticiones.

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En la misma posición que el anterior, ahora dobla tu pierna izquierda también. Tu talón debe tocar siempre el piso. Siente cómo se estira tu pantorrilla y tobillo. Mantén de 15 a 3o segundos la posición, haz 2 repeticiones.

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Sentada en el piso, toma tu pie de los dedos y jálalos hacia ti lo más que puedas, también puedes usar una cinta y sujetar el pie por el arco y llevarlo hacia ti. Mantén la posición de 15 a 30 segundos , haz 2 repeticiones.

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Por último, todas las noches date un masaje de adelante hacia atrás en el pie, con una botella que contenga hielo, durante 10 minutos. Si es muy intenso el dolor, repite también por las mañanas.

Estos ejercicios debes hacerlos para siempre, no solo para prevenir, sino para controlarla. La fascitis no se cura, es una degeneración del tejido, pero la puedes controlar muy bien.

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