Es normal comenzar a sentir cierto cansancio durante una carrera sean los kilómetros que sean.
En cualquier momento la sensación de fatiga y las ganas de caminar por lo menos “un poco” pueden aparecer; sin embargo, no es recomendado hacerlo.
Supongamos que tu cuerpo te pide parar por completo y comenzar a caminar. A los pocos minutos querrás retomar tu paso anterior, lo cual deberás hacerlo lentamente para evitar alguna situación de riesgo, de lo contrario volverás a sentirte cansada y a quedarte sin aire.
Por ello, la mejor recomendación es disminuir la velocidad sin importar que sea un trote sumamente lento.
Seguir trotando te ayudará a no perder el ritmo, de esta manera evitarás un cambio tan drástico como el empezar a correr de cero a tu máxima velocidad.
Otro punto importante es que si decides caminar no intentes recuperar el tiempo perdido de golpe, deberás aumentar la velocidad de manera gradual, tal como lo hiciste al comienzo de tu carrera.
Ahora sabes que una mejor alternativa a caminar es relajar el paso y continuar con tu carrera.
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