En los kilómetros finales de una carrera, es común que el cansancio haga efectos en tu postura y termines haciendo lo que no debes y solo consigas agotarte más pronto. Para que eso no te pase, sigue los siguientes consejos.
– No incrementes la longitud de zancada por querer correr más rápido y terminar (eso cansa tus cuádriceps), lo mejor que puedes hacer es acortarla pero aumentando el ritmo.
– Tu mirada al frente pero sin despegar los pies del suelo, no tenses los hombros ni encorves la espalda.
– Tu zancada debe ir hacia delante y hacia atrás, en vez de arriba y abajo.
– Concéntrate en un mantra, son los últimos kilómetros y todo depende más de una buena estrategia mental. Disfruta tu llegada a la meta.