¿Sabes por qué deberías comer almendras, avellanas, nueces, pistaches, pepitas de calabaza o semillas de girasol? Es muy simple, además de ayudar a controlar la obesidad, diabetes y las enfermedades cardiovasculares, a las corredoras nos aportan energía, ya que 100g tienen entre 550-720 kcal y tienen menos del 50% de agua. Además, poseen en promedio un 16% de proteínas y son ricos en arginina, un aminoácido precursor del ácido nítrico, el cual es protector de enfermedades cardiovasculares y en deportistas, incrementa en el rendimiento.

Por otro lado, contienen el 50% de lípidos y son excelente fuente de omega 3 y fitoquímicos como flavonoides, resveratrol, antocianos y carotenoides, los cuales ayudan a disminuir los efectos de los radicales libres producidos por el ejercicio. También tienen fibra (hasta 12g/100g) y una ración de 35g de frutos secos puede aportar el 13% de la ingesta diaria. Son altos en minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, manganeso y zinc, indispensables para el buen funcionamiento muscular, además de vitamina E, ácido fólico, vitamina B12, B2 y B3.

¿Cuánto comer? Solo un puñado, es decir, de 20-30g, sobre todo como snack de media tarde, sobre todo, si estás entrenando para largas distancias.